Ya hemos hablado, en entradas anteriores, sobre
sistemas mitológicos que poder emplear, incluso hemos esbozado algunos puntos a
tener en cuenta para la creación de los dioses en sí pero no olvido lo más
importante: ¿Para qué sirve la religión? O, en otras palabras ¿qué preguntas
debe responder tu mitología?
La religión se crea en el momento en el que el ser
humano empieza a pensar y a preguntarse cosas ante la realidad que observa ¿Por
qué el cielo es azul? ¿Por qué no se puede respirar bajo el agua? ¿Qué es el
fuego? Ante este tipo de preguntas, se crea una respuesta mitológica para que
el hombre, en cierto modo, se quede tranquilo. La religión sirve para darte
unas respuestas a preguntas que tu civilización aún no está preparada para
afrontar.
En la entrada de hoy, hablaremos sobre las preguntas
esenciales en las que tendrás que pensar para crear las distintas religiones de
tu mundo. Se tratará del esqueleto ideológico de cada cultura y lo que las
diferenciará entre sí.
Una de los interrogantes más preguntados en nuestra
historia. Cada civilización ha dado una respuesta muy distinta.
Independientemente de lo que sucedió realmente, tendrás que pensar cómo cree ese pueblo que
se ha creado el mundo y la vida inteligente. Tal vez se trate de una divinidad
que creó, de la nada, el mundo; o bien una divinidad que domó el caos reinante
y creó el mundo. Incluso, pueden llegar a pensar en el mundo como un organismo
que se genera y regenera él mismo siendo, así, algo eterno a lo largo del
tiempo.
¿De qué te sirve describir el origen mítico del
mundo? Esbozarás la relación que tendrá tu civilización con respecto a su
entorno. No es lo mismo una cultura que cree que el mundo ha sido creado para
su disfrute personal o una cultura que crea en el mundo como en un organismo
con vida.

Pero para que lo entiendas todo mejor, vamos a
montar un ejemplo. Imagina un mundo de fantasía en el que conviven tres razas
humanoides: los elfos, los enanos y los humanos. Centrémonos, por ejemplo, en los elfos:
La religión elfa les explica que el mundo fue creado por los dioses elementales, quienes, uniendo sus poderes, crearon todo el universo. Tras terminar la creación, crearon un prototipo de vida inteligente y, de allí, surgieron los enanos. Más adelante, perfeccionaron su obra creando a los humanos. Convivieron pero, por desgracia, no entendían su papel en el mundo, pues se creían los dueños de la naturaleza. Por eso, los dioses crearon a los elfos, protectores de la tierra y de su creación.
Uh, unos elfos hippies, qué novedoso. Sí, he sido
muy prototípica, lo sé. Pero bueno, con esta breve explicación del origen del
mundo y de las razas tenemos dos cosas claras: 1) los elfos son unos
prepotentes y se creen una raza superior, y que 2) su misión mítica será la de
proteger la creación, y todo lo que conlleve ese término tan ambiguo.
Así, como ves, con este esquema mítico ya estás
creando una pequeña consciencia de la civilización: estás mostrando, en sólo un
párrafo, los prejuicios que tendrán hacia las otras razas y el papel que creen
tener sobre el mundo. ¿Has visto qué útil?
¿Existe la vida detrás de la muerte?
Lo que sucede con nuestra alma, nuestra consciencia,
cuando nuestro cuerpo muere es algo que ha inquietado a nuestra raza desde casi
su nacimiento. Y, dependiendo de la respuesta que nos ofrezca la religión, toda
la concepción de las relaciones sociales, así como su actitud ante la muerte
cambia drásticamente. He querido englobar los tipos de respuestas que
pueden dar las religiones a esta pregunta tan ambigua para que tengas una idea
de la variedad que puedes encontrar pero, sobre todo, no te quedes en lo que te
digo yo: el mundo está lleno de ideologías, pero existen más en tu imaginación,
sólo tienes que estrujarla bien.
El primer tipo consiste en todas aquellas religiones
que, tras la muerte, defienden la idea de que las almas serán juzgadas. Ya sea
porque las van a mandar al cielo o al infierno, o para decidir su siguiente
reencarnación; estas religiones se reafirman sobre sus fieles imponiéndoles la
idea de que si no cumplen son su doctrina recibirán un castigo. Este tipo de
religiones ofrecen cierta presión a sus fieles, quienes se siente obligados a
cumplir las normas éticas impuestas por la sociedad para, no sólo lograr
alcanzar el cielo, sino ser socialmente aceptado entre sus congéneres.

El segundo tipo consiste en todas aquellas
religiones que consideran que, tras la muerte, el alma o la consciencia se
eleva y trasciende a un plano superior. Son ideologías que consideran la vida
como un camino, una vía, que tiene como único objetivo curtir de experiencia y
preparar al alma para la siguiente etapa. Se trataran de civilizaciones que
plantearán la muerte como algo natural, algo incluso positivo, pues es lo que te
impulsa hacia la elevación. Normalmente, estas religiones también tienen un
sistema ético que seguir para poder alcanzar esta evolución espiritual, pero
son más laxas que las anteriores.
El tercero y último sería el grupo de ideologías que
defienden que tras la muerte no hay nada. El mundo, por lo tanto, se
transforma. Si no van a juzgarme más allá de la muerte, no tengo que seguir tan a
rajatabla las reglas éticas religiosas: debo disfrutar de la vida pues
sólo tengo una. Son ideologías que defienden un Carpe Diem y, por lo tanto, las más laxas con respecto a seguir una
doctrina ética.
Sin embargo, tus personajes viven en un mundo de
fantasía. Tal vez una de tus civilizaciones sea de seres inmortales y su idea
de la muerte se trastocará por completo, obviamente. Ya no esperarán juicios ni
elevaciones, igual incluso lo lleguen a ver como un premio. ¿Por qué no? Tras
tres mil años cuidando de los seres de su alrededor, les premian con descanso
absoluto. Juega con estos conceptos para crear grandes civilizaciones.
Cómo se explica la magia en la religión
Como hemos visto, la religión sirve para dar
respuesta a grandes preguntas y, en un mundo fantástico lleno de magia, ¿Qué
pregunta puede haber más interesante que cuál es el origen de la magia? De
nuevo, no tiene por qué ser la respuesta real, pero dependiendo de cómo
responda cada civilización a ello, tendrá una actitud y unos prejuicios
distintos.

Otra actitud, también muy prototípica, es tratar la
magia como un don que los dioses otorgaron a la humanidad. Del mismo modo que
les otorgó inteligencia, se les pudo otorgar la capacidad de realizar magia.
Así, se crea una actitud positiva: es un don divino, los dioses la entregaron a
la raza para que la usara. Esta actitud es ideal para mundos en los que el
acceso a la magia está disponible para cualquiera que quiera aprender. Sin
embargo, si se trata de un tipo de magia al que sólo tienen acceso algunos escogidos,
tendrás que especificar mejor por qué sólo unos pocos tienen este acceso.
Así, podemos, por ejemplo, crear una sociedad que
considere que la magia se hereda. Se entiende, por lo tanto, que los dioses dieron la
magia a unos hombres en concreto y sólo su descendencia es capaz de emplearla.
Creando, así, una sociedad elitista. Sólo la nobleza, las altas esferas,
tendrás acceso a la magia puesto que sólo pueden acceder a ella sus
descendientes sanguíneos
Por otro lado, también puedes crear la idea de que
los usuarios de la magia son paladines o elegidos de los dioses. Tal vez para
romper una maldición, tal vez para cuidar el mundo. Explicación ideal si los
magos son poco habituales. Se cree en ellos casi como figuras
semi-divinas. Tuya es la opción de crear claroscuros en todas estas ideas.
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Y eso es todo por hoy. Sólo hemos tratado tres
preguntas pero, como ves, fundamentales para crear cualquier ideología
religiosa. Volveré con más entradas de esta sección, pues queda mucho de lo que
hablar. Eso sí, no te quedes con lo que te digo aquí. Existen mil
explicaciones, solo te he ofrecido una pequeña pincelada. No lo olvides: para ser original, estruja
tu imaginación.
Cuéntame, ¿cómo responden tus civilizaciones a estas
preguntas?
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Muy buen artículo y me ha ayudado bastante con lo que tengo ahora entre manos; no en cuanto a tema ideas, pero sí en cuanto a como estructurarlas. Mil gracias.
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